Si bien es cierto que se necesitan políticas e iniciativas gubernamentales que aplaque la escasez de agua, las acciones individuales pueden contribuir enormemente a mermar este problema y a que aprovechemos al máximo el agua potable.
Estos son algunas recomendaciones para cuidarla y mantenerla:
- Evita la utilización de plásticos de un solo uso y prefiere productos de marcas que emplean envases hechos con plástico reciclado. Con esto evitas que toneladas de residuos plásticos alcancen las fuentes hídricas y dañen la fauna marina.
- No viertas en los drenajes ácidos, solventes o aceites. Estos líquidos contaminan el agua y pueden afectar las especies que viven en ella. Puedes reciclar el aceite de cocina usado y evitar que llegue a las fuentes hídricas.
- Cierra la llave cuando te laves los dientes (o laves los trastes). Cerrar la llave mientras te cepillas los dientes es indispensable para ahorrar el consumo del agua. Hasta 12 litros de agua se desperdician por cada minuto que una llave permanece abierta. Puedes implementar el uso de un vaso especial para que siempre lo tengas a la mano y no pongas excusas.
- Báñate menos tiempo. La OMS recomendó que no se necesitan más de 5 minutos para bañarse, así que reduce el tiempo que pasas en la regadera. Para cuidar más el agua mientras te bañas, es fundamental que cierres la llave mientras te pones el shampoo y te enjabonas
- Respeta siempre la naturaleza y no tires nunca nada en ríos, lagos o mares. Además, recoger la basura de la playa, incluso la que no es nuestra, es otro buen gesto. Todo esto preservará la salud de los ecosistemas acuáticos.
- Recolecta agua de lluvia para regar o limpiar zonas exteriores.
- Reduce, reutiliza y recicla para impedir que los océanos se llenen de plástico.
¡Ahorra agua, cada gota cuenta!
